Tabla de quesos: todo lo que debes saber.
Cantidad necesaria
Antes de elegir la cantidad de queso necesaria para nuestra tabla de quesos, lo primero que hay que tener claro es si el queso va a ser el protagonista o tendrá un papel secundario en nuestro festín. No queremos que nuestros invitados se queden con ganas de más, pero tampoco que no coman el resto de platos que con tanto cariño habremos preparado. Como plato único, entre 150 y 200 gr por comensal sería suficiente; como entrante o postre, con 50 gr bastaría.
Variedad en nuestra tabla de quesos
Por norma general, en las tablas de quesos se suelen incluir entre 4 y 8 variedades diferentes. A mayor importancia del queso en nuestra comida, mayor variedad podemos incluir.
Las ventajas de las tablas de quesos es que tenemos innumerables opciones de combinación. Se pueden elegir quesos de diferentes tipos de leche, grados de maduración, tipos de corteza, textura de la pasta, intensidad o zonas de producción. Por ejemplo, se puede elegir un mismo tipo de queso con diferentes grados de maduración. Sin embargo, la opción más popular es la de incluir diferentes variedades jugando con los distintos sabores, aromas y texturas.
Temperatura adecuada
Uno de los factores más importantes para poder disfrutar al máximo de todas las sutilezas que nos aporta cada queso es la temperatura a la que se deben servir. Un queso servido a una temperatura menor de lo adecuado perderá sabor, aroma y su textura será diferente. Cuanto más dura sea la pasta y más grande la porción del queso, más tiempo tendremos que dejarlo atemperar. La temperatura óptima para quesos madurados es de 20 a 25 °C. Para quesos más blandos de 18 a 20 °C mientras que los quesos frescos no deben superar los 15 °C.
Cómo cortar los quesos
Se aproxima la hora de llegada de nuestros invitados. Ya tenemos los quesos a su temperatura adecuada y nos disponemos a cortar.
Los quesos cilíndricos con mucha altura, del tipo rulo de cabra, se cortan el láminas. Los de forma cilíndrica de pasta consistente se suelen servir en rectángulo, cuña o bastones de unos 5 mm de espesor. Para que el sabor de un queso muy intenso no sature demasiado el paladar, los cortes deben ser más finos. Como regla de oro, a mayor intensidad, menor grosor. Si los quesos son muy duros, como el parmesano, se pueden servir en lascas o en pedazos irregulares. Se sugiere servir los quesos muy blandos o untables en tarrinas o platos pequeños. No es aconsejable presentarlos ya untados sobre el pan; este absorbería la humedad del queso y se deshidrataría. El pan quedaría demasiado blando y el queso demasiado seco.
Orden y presentación de nuestra tabla de quesos
En función de la cantidad y variedad de quesos escogidos se pueden colocar en tabla de madera, en bandejas o platos. Si el recipiente es circular, se colocan en el orden de las agujas del reloj de menor a mayor intensidad. A las doce estaría el queso más suave y a las once el más intenso. Si los presentamos en bandejas o platos rectangulares o cuadrados, se colocan en el orden de lectura (de izquierda a derecha), de más suave a más intenso. No olvides indicar a tus invitados el orden de degustación. Si no se hace de manera correcta, los quesos más fuertes enmascararían los matices de los quesos más suaves.
Acompañamiento
Uvas y queso, saben a beso o Con queso, pan y vino se anda mejor el camino son algunos de los dichos populares que nos dan una idea de con qué alimentos acompañar nuestra tabla de quesos. No deberían faltar diferentes tipos de pan, duro o con miga y algunos encurtidos como aceitunas y pepinillos. Otro clásico, imprescindible, son los frutos secos. Unas nueces y unas almendras aportan un toque crujiente. Las frutas como las uvas, los higos, o las manzanas aportan un toque muy fresco y además sirven para limpiar el paladar entre queso y queso.
Dicho todo esto, deseamos haberte ayudado para que disfrutes, junto a tus invitados, de una velada inolvidable. En nuestra sección de quesos encontrarás diferentes variedades para preparar tu próxima tabla de quesos.