Chorizo gallego, una gran elección
El chorizo gallego, como bien indica su nombre, tiene su origen en Galicia. Esta tierra es conocida por sus grandes dehesas donde crían a sus cerdos, además de a otros animales, de la mejor manera. Gracias a este cuidado, sus cerdos gozan de carnes exquisitas para el paladar.
Galicia no sólo tiene paisajes como este que cautivan, su gastronomía también es fantástica
El chorizo gallego está elaborado con carne de cerdo, un 50-70% de carne magra y un 30-50% de tocino y carne grasa. Un ejemplo de chorizo gallego es con jamón, lomo y panceta, sin embargo, dependiendo de quien lo haga puede llevar diferentes tipos de carnes. También está condimentado con especias y pimentón dulce, y se puede consumir de distintas formas, en crudo, frito, a la plancha, cocido o asado.
Pero tenemos que decir, que, dentro del chorizo gallego, hay distintas variedades, por ejemplo, el llamado “ceboleiro”, muy típico de Galicia, al que se le añade bastante cebolla, otros condimentos diferentes al anterior y la carne es más gruesa. Este chorizo al freírse, desprende una salsa de sabor a cebolla y sabores dulces, por lo que, si te gustan estos sabores, este alimento es perfecto para ti.
¿Cómo se hace el chorizo gallego?
En primer lugar, se pica toda la carne tanto de un lado o del otro y se mezcla bien para que quede un sabor homogéneo. Después se condimenta, normalmente con pimentón, pimentón picante y ajo, aunque como hemos explicado anteriormente puede variar.
Una vez que tenemos esto, se deja reposar a una temperatura fresca durante un día más o menos. Después llega la hora de embutir la carne en las tripas de cerdo. En este proceso es donde se va a determinar su tamaño, por lo que a la hora de embutirlos hay que hacerlos más pequeños que otros chorizos, se trata en este caso de pequeños chorizos unidos.
El siguiente paso es ahumarlos, y esta forma es la que usan en Galicia, se usa una mezcla de laurel y roble, ahumándose en frío. Este proceso es complejo y lleva bastantes horas para que quede un ligero sabor.
Después de ahumarlo, llega el proceso de curación que en este caso es de un mes mas o menos. Este proceso tiene que llevarse a cabo en la temperatura idónea y tienen que estar colgados para que se sequen bien. Luego, estaría listo para comer.
Distintos tipos de chorizos en su proceso de curación en fábricas
¿Cómo hacer chorizos caseros gallegos?
En Galicia, muchas familias tienen tierras con ganado, por lo que cuando llega el tiempo de matanza, ellos hacen veladas fantásticas. Es por ello que sabemos que este chorizo se puede hacer casero, eso sí, es complejo y lleva bastante tiempo. Además, no sólo hay que disponer de lugares idóneos para llevar a cabo el proceso de curación, sino que también hay que disponer de los materiales idóneos, por lo que todo esto hay que tenerlo muy en cuenta.
Receta del chorizo gallego
En Galicia es muy típico un plato en el que participa el chorizo gallego, para ellos es como el cocido de Madrid. Según dicen es un plato al que no te vas a poder resistir. ¿Quieres saber como se hace? Pues sigue leyendo porque te lo vamos a explicar todo.
Lacón con grelos, receta tradicional
Tenemos que decir que este plato lleva tiempo y dedicación, por ello, su elaboración tiene que comenzar 48 horas antes de servirlo en la mesa, para conseguir el sabor perfecto.
Empezamos sumergiendo el lacón en agua fría, y cambiando esta agua cada 8 horas. La noche previa servir el plato se renueva el agua y se pone en ebullición a fuego medio, durante unos 15 o 20 minutos, después se deja reposar toda la noche.
A la mañana siguiente, en esta misma cazuela, se vuelve a poner el caldo a hervir. Luego se cocina a fuego medio, con tapa, durante 2 horas. Cuando se cumplan estas dos horas se retira y se deja reposar de nuevo.
A su vez, en otra olla, se pone a cocer caldo y se cuecen las patatas y los chorizos durante unos 30 minutos.
Empezamos a preparar los grelos, lavandolos con agua, quitándole los tallos gruesos y las hojas mustias y amarillentas. Cuando las patatas y los chorizos lleven 20 minutos de cocción se añaden los grelos. Después se escurren los grelos.
Se retira el lacón, se quita el hueso y se corta en pequeñas rodajas. Una vez que todo esté preparado en su punto se sirve caliente de la siguiente forma, las patatas y los grelos en una fuente y los chorizos y el lacón en otra, por tradición.
En definitiva, el chorizo gallego es la mejor opción para un aperitivo exquisito, para una buena barbacoa, o para condimentar cada uno de tus platos y darles un toque exquisito.
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