

Conservación en frío del queso de cabra
El producto debe guardarse refrigerado a una temperatura de entre 2 y 6 °C. Para proteger el queso y evitar su endurecimiento o que adquiera olores de otros alimentos es recomendable envolverlo en film transparente o papel de aluminio. Una vez abierto, se aconseja consumir en un periodo no superior a 20 o 25 días.
Conservación en aceite
Otra opción muy conocida para la conservación de los quesos es sumergirlos en aceite de oliva. De esta manera, el queso queda recubierto por una capa de grasa que evita el contacto del producto con el aire facilitando además, que el producto no se seque. Asimismo, con el tiempo irá adquiriendo un sabor más intenso. Se recomienda quitar la corteza y cortarlo en trozos, introducirlos en un tarro de cristal y cubrir totalmente con aceite de oliva virgen extra. Hay que guardarlo en un lugar fresco y seco y esperar al menos 2 semanas antes de consumir.
Degustación del queso de cabra
El frío es un aliado para la conservación del queso, sin embargo, la pasta se vuelve más dura y su sabor y olor característicos se atenúan. Si queremos apreciar todos los matices de sus propiedades organolépticas características, necesitaremos mantener el queso de cabra semicurado a temperatura ambiente hasta que alcance unos 20 °C. De esta manera recuperará su estado óptimo para su degustación.
Propiedades y ventajas del queso de cabra
El consumo de cabra aporta beneficios significativos para nuestra salud.
Contiene menos grasa, lactosa y caseína que le leche de vaca por lo que es un queso más fácil de digerir.
Cada 100 gr de queso de cabra, contiene unos 30 gramos de proteínas que intervienen en la creación y reparación de tejidos y músculos de nuestro cuerpo, entre otros.
Es rico en vitamina A que contribuye al buen funcionamiento de la visión y órganos vitales como el corazón, los pulmones y los riñones. También ayuda a fortalecer huesos y dientes y favorece el sistema inmune.
El mineral más presente en el queso de cabra es el fósforo, segundo mineral más abundante en nuestro organismo, después del calcio. Se relaciona con la memoria y la concentración además del estado de ánimo. Asimismo es beneficioso para la salud ósea y aumenta los niveles de energía.
Leche pasterizada de cabra, cloruro cálcico, cuajo, fermentos lácticos y sal.
Recubrimiento: acetato de polivinilo, colorante E-172 y conservantes E-202 y E-235.
Corteza no comestible.
Valor energético: | 1652 kj 399 kcal |
Grasas: | 35 gr |
Grasas saturadas: | 25 gr |
Hidratos de carbono: | 1 gr |
Azúcares: | 1 gr |
Proteínas: | 20 gr |
Sal: | 0,6 gr |
Cereales con gluten y derivados: | NO |
Crustáceos y derivados: | NO |
Huevos y derivados: | SI |
Pescados y derivados: | NO |
Cacahuetes y derivados: | NO |
Soja y derivados | NO |
Leche, lactosa y derivados: | SI |
Frutos de cáscara y derivados: | NO |
Apio y derivados | NO |
Mostaza y derivados | NO |
Granos de sésamo y derivados: | NO |
Anhídrido sulfuroso y sulfitos: | NO |
Altramuces y productos con base de: | NO |
Moluscos y productos con base de: | NO |
Refrigerar entre 2-6 ºC.