

Comprar tempranillo Rioja
Comprar tempranillo Rioja es una opción muy buena por ser un vino fácil de beber, pero con el sabor de la tradición. Para entender un vino, es necesario saber su historia.
Fundadas como negocio familiar en 1801, la historia de Bodegas Berceo fluye estrechamente con la historia y la cultura riojana. Fue la familia Muga Barahona la precursora de estas bodegas que, en un principio, no contaban ni con nombre comercial. Inicios en los cuales solo existía una pequeña bodega construida sobre unos terrenos propiedad de la familia conocidos como las Heras de Santa Lucía.
Pasado más de medio siglo, hacia 1863, la epidemia de filoxera que padecían los cultivos franceses llevó a sus viticultores a buscar zonas de cultivo en España. Así, llegaron a La Rioja en cuya zona norte, la más fría, encontraron las condiciones idóneas para producir sus vinos. Se mezclaban así los cultivos españoles y la tradición bordelesa. De hecho, el bordelés Guy Hageman decidió comprar las tierras que Luis Muga Barahona poseía en la ciudad de Haro y que consideró que eran ideales para el cultivo de uva. Allí, Hageman levantó, en 1872, la primera bodega de la ciudad y, por ende, el origen de lo que hoy es Bodegas Berceo.
Fiel a su tradición, Hageman diseñó una bodega en la que todo el proceso de elaboración se llevase a cabo por gravedad. Así, se evitan manipulaciones en el vino y se asegura su calidad.
Padre del castellano
La bodega creada por Hageman fue cambiando de propietarios a lo largo de los años, hasta que, a mediados del siglo XX, la familia Gurpegui Muga recuperó la bodega. Fue el momento de bautizar un edificio y una propiedad que parece sacada del barrio Chartrons de Burdeos. Y, para ello, nada mejor que hacer un homenaje a Gonzalo de Berceo, monje y poeta del siglo XIII y considerado como padre del castellano.
Gonzalo de Berceo residió en el Monasterio de Suso, cuyo perfil se recrea en las etiquetas de los vinos y que es considerado como “cuna del castellano”. Aquí, en una época en la que el árabe y el vascuence eran las lenguas dominantes en la zona y el latín era considerado como el idioma culto, Gonzalo de Berceo se atrevió a escribir los primeros versos en castellano. Versos que tenían al vino como protagonista.
Motivos más que suficientes para que el Monasterio de Suso sea considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1977. Condición que, en un primer momento, impidió que la familia Muga pudiera utilizar el nombre de Gonzalo de Berceo en sus vinos. No obstante, al contar con un viñedo en el término municipal de Berceo y registrar la marca Viña Berceo, finalmente se consiguió la autorización para utilizar las marcas Gonzalo de Berceo y Los Dominios de Berceo.
Tempranillo Rioja
Teniendo como base las uvas cultivadas en las fincas que la bodega posee en la Rioja Alta, este tempranillo Rioja se muestra como un vino fresco, afrutado y equilibrado. Todo ello producto de la selección de las zonas de cultivo, predominando los suelos de fertilidad y profundidad media con una textura franca.
Tras realizar la vendimia a mano, se lleva a cabo una maceración pre-fermentativa en frío. El vino pasa 17 días en depósitos de hormigón, donde se mantiene durante 17 días durante los cuales se realizan tres remontados manuales diarios. Posteriormente, se procede a la crianza maloláctica en barrica de madera 70% francés y 30$ americana durante seis meses.
Así, se obtiene un tempranillo Rioja de intenso color púrpura con ribetes azulados. En nariz, destacan los aromas a fruta fresca con arándanos, fresas y cerezas. En boca, es un vino fácil de beber, con una viva acidez y una explosión de fruta bien equilibrada.
Un vino que obtuvo la Medalla de bronce Decanter 2018 y que es perfecto para el aperitivo, acompañando quesos como un buen Idiazabal que puedes encontrar aquí y ensaladas. Además, se puede explotar todas sus virtudes con pastas, paellas y platos de carne como una exquisita pluma de cerdo ibérico como esta.
Tipo de vino
Vino joven tinto.
Variedades
Tempranillo
Acidez
13,5% Vol.
Crianza
Barrica: 6 meses, 70% barrica de roble francés y 30% de roble americano.
Visual
Intenso color púrpura con ribetes azulados.
Olfato
Aromáticas frutas frescas con arándanos, fresas y cerezas.
Gusto
Vino fácil de beber con una viva acidez y una explosión de fruta bien equilibrada.
Temperatura
14-16 ºC.
Maridaje
Perfecto como aperitivo o para acompañar quesos, ensaladas, pastas, paellas y platos de carne blanca.