Conservas y Salazones Arlequin, el sabor del Cantábrico 
La conjunción de la anchoa, el mar Cantábrico, Santoña y Ángel Viadero dieron lugar hace cien años a Conservas Arlequín. Fue el abuelo de los actuales responsables de la empresa el fundador de una conservera de anchoas en salazón en el corazón del Cantábrico.
Corría el año 1920 y, por aquellos tiempos, el pescado se transportaba en cestas de mimbre; la anchoa se dejaba madurar en barriles de madera y las latas se cerraban con estaño.
El paso del tiempo y el buen hacer de Conservas Arlequín la permitió consolidarse en el mercado. Calidad, esfuerzo y precisos conocimientos sobre la materia prima que utilizaban, el pescado, fueron las bases sobre las que se desarrolló su producción, especializada en el filete de anchoa y el bonito del norte.
Premisas que también le ganaron protagonismo en otros mercados, especialmente Italia, aunque, paulatinamente, se fueron asentando por el resto de Europa, Estados Unidos, Japón…
Conservas Arlequin, sabor familiar
A día de hoy, Conservas Arlequin, sigue conservando los valores de una empresa familiar, pero cuyos productos son conocidos en todo el mundo. La marca está presente en los principales caladeros del mundo y se rige por el mismo principio establecido por el fundador: “Que nuestro servicio sea muy bueno y nuestro producto excelente”.
Para demostrarlo, los productos elaborados por Conservas Arlequin se ofrecen a través de tres líneas. La principal es aquella que etiqueta los pescados en conserva bajo la marca original. Así, se pueden encontrar anchoas, boquerones, bonito del norte, atún caballa, melva, sardinillas, sardinas, mejillones en escabeche, calamares, chipirones, pulpo, agujas, berberechos, navajas, almejas y zamburiñas.
Todos ellos en diferentes preparaciones y formatos. A ellos se suman las llamadas especialidades: pastel de cabracho, gilda artesanal en aceite y bacalao ahumado en aceite. En esta línea, también se encuentran las conservas en cristal. Formato en el que se ofrece ensalada de cangrejo, arlequinitos o sucedáneos de angula, pulpa a la gallega, pimientos de Isla o los patés de cabracho, bonito y bogavante.
Bajo la denominación de Serie Oro se engloba la oferta para los paladares más exigentes. Las anchoas, los boquerones y las sardinas ahumadas cobran especial protagonismo en esta línea. A ellos, se suman las conservas de berberechos de las rías gallegas, la ventresca de bonito en aceite de oliva, los berberechos de las rías gallegas, las zamburiñas en salsa de vieira y el caviar de oricios.
Conservas para todos
Para no perderse el buen saber hacer de Conservas Arlequin, nada mejor que probar los productos que elabora bajo la marca Monte Corona. Anchoas, boquerones, ventresca de atún y sardinillas en distintas preparaciones y presentaciones. Conforman la oferta más económica, pero no por ello menos sabrosa de la empresa..
Para comprobarlo, nada mejor que acudir a la sección de Conservas y degustar los mejillones de las rías gallegas en escabeche.
Menos
